sábado, junio 26, 2010

Remitente sin destinatario


Le doy el “si” a la soledad, acepto vivir con ella, mi fiel compañera, la que no reclama ni pide algo a cambio, salvo dejar de lado al amor humano, pero que más da, igual ese solo esta en épocas, luego se marcha y deja en la nada.

Analizando el pasado saco la conclusión de quizás no eran las personas indicadas, puede que no fuera el tiempo adecuado, que el entorno no estaba a mi favor o la última y más sencilla razón, no nací para el amor.

Todos nacen con distintos dones, es tonto pensar que no tienes uno, también nacen con suerte para algunas cosas y no para otras. Estoy segura que tengo la facilidad de escribir, más si se trata de amor, sin embargo no tengo un destinatario a quien dedicarle lo que escribo. Claro, tengo inspiraciones cada cierto tiempo, pero son fugaces, pasajeras, jamás eternas o al menos duraderas.

Escribo para el amor, aquel que creo haber sentido, soñado, anhelado, mas no se si alcanzado. Espero se asemeje en algo al verdadero amor. Mientras escribo a lo vivido y al sentimiento que guardo, el cual muchos han explorado… quien sabe, quizás en alguna pagina de mi destino he de encontrarlo.

Por el momento, el remitente no tiene destinatario...