Otra vez estoy aquí sin saber que decir y es que cuando no hay libertad de expresar lo que se siente por miedo a incomodar, las ideas y sentimientos sin querer se tienden a ocultar.
No escondo lo que siento, pero una vez el corazón abierto, las respuestas negativas y a la vez ambiguas, no cesan… y mi paciencia es eterna, pero mi sensibilidad no, también sé sufrir y es lo que tratare de evitar.
Quizás sea mejor escribir al viento razones que un corazón no puede entender, mientras el mío le escribe con nubes cuanto lo quiero y querré.
Puede que sea tiempo de dejar de soñar y pisar la realidad, la cual me obliga a aceptar que tus sentimientos a otro corazón van… debo evitar que mi alma sufra más por algo que quizás nunca pasará.
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